Cada día que pasa, los inversores están cada vez mejor informados y con mayor rapidez, lo que aumenta la importancia de una comunicación clara, precisa y constante de las métricas financieras y operativas divulgadas por las empresas. En un entorno donde la información abunda y las expectativas son altas, las métricas clave que observan los inversores no se limitan a las cifras de un balance; Funcionan como indicadores críticos de la salud financiera de la empresa, su potencial de crecimiento y su capacidad para generar valor sustentable en el largo plazo. Estas métricas brindan a los inversionistas una visión profunda de la eficiencia operativa, la gestión de recursos y la estrategia corporativa y siempre deben estar en línea con la metanarrativa adoptada por la empresa.
Para los profesionales de Relaciones con Inversores (RI), el desafío va más allá de simplemente informar estas cifras; es necesario interpretarlos, contextualizarlos y comunicarlos de manera estratégica y convincente. Al dominar el arte de transmitir esta información, los profesionales de las RI desempeñan un papel fundamental en la creación y el mantenimiento de la confianza de los inversores, influyendo directamente en la percepción y la evaluación de la empresa en el mercado. Son los custodios de la narrativa financiera de la empresa, responsables de transformar datos complejos en una historia coherente y convincente que resuene entre los inversores y los inspire a creer en el potencial a largo plazo de la empresa.
¿Pero cuáles son las métricas más utilizadas?
Los inversores suelen centrarse en una variedad de métricas que varían según la industria y el perfil de la empresa. A continuación mencionamos los más comunes, pero cada sector y empresa tiene sus particularidades y utiliza aquellas que mejor encajan en su metanarrativa:
- Ganancias por acción (LPA): La LPA es una métrica fundamental que indica la rentabilidad de una empresa en relación con el número de acciones en circulación. Un aumento en la LPA generalmente sugiere que la empresa está generando más ganancias por acción, lo que puede atraer a más inversores. Para el profesional de ReI, es crucial explicar no sólo las cifras sino también las razones detrás de los cambios en LPA, como una expansión del mercado o una mejora en la eficiencia operativa.
- Ganancias Antes de Intereses, Impuestos, Depreciación y Amortización (LAJIDA o EBITDA, término en inglés y más recurrente): LAJIDA/EBITDA representa la utilidad operativa de la empresa antes de deducir intereses, impuestos, depreciación y amortización. LAJIDA/EBITDA se utiliza ampliamente para evaluar el desempeño operativo, ya que excluye los efectos de decisiones financieras, políticas fiscales y gastos no monetarios, ofreciendo una visión más clara de la capacidad de generación de efectivo de la empresa. Los profesionales de RI deben poder contextualizar esta métrica, destacando cómo refleja la eficiencia operativa de la empresa y comparándola con los puntos de referencia de la industria para explicar las variaciones y el potencial de crecimiento.
- Rentabilidad de los fondos propios (ROE): ROE evalúa la eficiencia con la que una empresa utiliza los recursos de los accionistas para generar ganancias. Los inversores suelen considerar un ROE elevado como una señal positiva. Los profesionales de RI deben resaltar cómo las decisiones estratégicas de la empresa están contribuyendo a un alto ROE, como las reinversiones en áreas de alto crecimiento o las mejoras en la gestión del capital.
- Generación de liquidez: El flujo de caja operativo es un indicador vital de la salud financiera de una empresa. Muestra si la empresa genera suficiente efectivo para sostener sus operaciones y financiar el crecimiento sin depender excesivamente del financiamiento externo. Para los profesionales de RI, comunicar claramente la generación de efectivo y cómo se utiliza para fortalecer la empresa en el largo plazo es esencial para mantener la confianza de los inversores.
- Endeudamiento: El nivel de deuda de una empresa es una métrica crítica, especialmente en industrias donde es común el uso intensivo de capital. Los inversores siguen de cerca el índice de apalancamiento de una empresa para evaluar el riesgo financiero. Para llegar a una cifra más fácil de comparar, los analistas de mercado suelen utilizar la relación entre el tamaño de la deuda y su capacidad operativa (por ejemplo, Deuda Neta/EBITDA). Un profesional de RI eficaz debe poder explicar las estrategias de la empresa para gestionar y optimizar su estructura de capital, destacando cómo se utiliza la deuda para impulsar el crecimiento sustentable.
Indicadores y métricas de Sustentabilidad
Con la creciente relevancia de los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG o comúnmente denominados ESG) en el escenario financiero global, los inversores prestan cada vez más atención a las métricas de sustentabilidad como factores determinantes en la evaluación y la toma de decisiones de inversiones. Estas métricas van más allá de los indicadores financieros tradicionales, abarcando aspectos como la huella de carbono de la compañía, que mide su impacto ambiental, prácticas de diversidad e inclusión que reflejan el compromiso con una cultura corporativa equitativa y el alineamiento con los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) de la ONU, lo que demuestra la responsabilidad social de la empresa y su contribución a los desafíos globales.
Para los profesionales de RI, la capacidad de comunicar de forma clara y transparente el compromiso de la empresa con la sustentabilidad es fundamental. No solo informan cifras, sino que también contextualizan cómo se integran las prácticas ESG en la estrategia empresarial, demostrando cómo estas iniciativas contribuyen a la creación de valor a largo plazo y mitigan los riesgos asociados con factores ambientales, sociales y de gobernanza. Las empresas que logran alinear sus prácticas de sustentabilidad con sus operaciones y comunicar esta integración de manera efectiva obtienen una importante ventaja competitiva, fortaleciendo su reputación en el mercado y atrayendo inversionistas que buscan no solo retornos financieros, sino también un impacto positivo y sustentable.
Varias empresas líderes del mercado ya han adoptado métricas ESG específicas para demostrar su compromiso con la sustentabilidad. Aquí citaremos tres ejemplos:
Apple: La empresa de tecnología mide e informa la huella de carbono de toda su cadena de suministro y ciclo de vida del producto y se ha fijado el objetivo de convertirse en 100% neutral en carbono para 2030, no solo en sus operaciones, sino en toda su cadena de producción y suministro. También tiene una métrica para el porcentaje de materiales reciclados utilizados en sus productos. En el informe de 2022, por ejemplo, más del 20% de los materiales de sus productos se fabricaron a partir de materiales reciclados.
Unilever: la empresa mide el impacto de sus “marcas de vida sustentable”, es decir, marcas que demuestran un crecimiento superior al promedio en el portafolio de la empresa y al mismo tiempo promueven un impacto positivo en términos de sustentabilidad ambiental o social. Como referencia, en 2021, estas marcas crecieron un 69% más rápido que el resto del negocio. Otra métrica sería la reducción de residuos a lo largo de la cadena de valor. La empresa se ha comprometido a reducir a la mitad el uso de plásticos vírgenes en sus embalajes para 2025, fomentando el uso de plásticos reciclados.
Natura: el grupo, junto con todas sus marcas, mide y reporta sus emisiones de carbono como parte de su compromiso con la neutralidad de carbono para 2030. La empresa también se ha comprometido a ser “carbono positivo” para 2030, es decir, eliminar de la atmósfera más carbono del que emite. También utiliza métricas como el número de consultoras y consultores impactados por sus programas de capacitación y desarrollo, promoviendo la inclusión social y financiera, en el llamado Impacto Social Positivo.
Estos ejemplos muestran cómo las empresas líderes están utilizando métricas ESG no solo para monitorear sus prácticas, sino también para comunicar su compromiso con la sustentabilidad e influir positivamente en las percepciones de los inversores. Los profesionales de RI que puedan resaltar estas métricas en sus comunicaciones pueden demostrar claramente cómo estas iniciativas se traducen en valor a largo plazo para la empresa y todas sus partes interesadas.
Conclusión
Para los profesionales de RI, la capacidad de dominar y comunicar las métricas clave que observan los inversores es más que un simple requisito técnico; es una competencia estratégica vital. Estos profesionales no se limitan a transmitir datos fríos, sino que tienen la responsabilidad de dar forma y diseñar la narrativa de la empresa, alineando los números con una visión de futuro convincente e inspiradora para los inversores.
Utilizando herramientas como la metanarrativa y la narrativa, los profesionales de RI pueden transformar información compleja en historias que capturen la esencia de la empresa, sus ambiciones y su compromiso con el crecimiento sustentable. En un mercado cada vez más competitivo y dinámico, la capacidad de comunicar estas métricas de manera efectiva y estratégica puede ser la diferencia que determine el éxito de la empresa, influyendo no sólo en su evaluación, sino también en la confianza y el compromiso de los inversores. A largo plazo, este dominio de la comunicación podría ser lo que separe a las empresas que prosperan de las que se quedan atrás, lo que refuerza la importancia crucial del papel del profesional de RI en la construcción de un futuro sólido y prometedor.