En Brasil, las empresas que cotizan en bolsa deben cumplir un estricto conjunto de normas y reglamentos definidos por la Comisión de Valores Mobiliarios (CVM), el organismo responsable de supervisar y vigilar el mercado de capitales. La CVM desempeña un papel crucial a la hora de garantizar la integridad, la transparencia y la eficiencia del mercado, proteger a los inversores de prácticas inapropiadas y promover un entorno de confianza esencial para el desarrollo económico. Para lograr estos objetivos, las empresas que cotizan en bolsa deben adoptar prácticas sólidas de cumplimiento, que van desde la divulgación precisa y oportuna de información financiera, como balances y estados de resultados, hasta el cumplimiento de estrictos estándares de gobierno corporativo.
Estas prácticas incluyen la aplicación de políticas para prevenir conflictos de intereses, garantizar la independencia de los consejos de administración y promover la responsabilidad fiduciaria de sus ejecutivos. Además, el cumplimiento de las normas del MCV exige que las empresas mantengan un flujo continuo de comunicación con el mercado, informando no sólo de los resultados financieros, sino también de los acontecimientos relevantes que puedan afectar a su actividad, como fusiones, adquisiciones o cambios significativos en la estructura de la empresa. Por lo tanto, el cumplimiento de las regulaciones de la CVM es esencial para sostener la confianza de los inversores, garantizar la competitividad en el mercado de capitales y, finalmente, promover un entorno empresarial más seguro y atractivo para la inversión.
Un hito fundamental en este contexto es la Ley de Sociedades Anónimas de Brasil (Ley nº 6.404/1976), que establece directrices esenciales para el gobierno corporativo, incluida la exigencia de estados financieros auditados, la protección de los derechos de los accionistas minoritarios y transparencia en la información divulgada al mercado. Complementando estas directrices, la Resolución CVM 80/2022 impone la divulgación obligatoria de información periódica, como estados financieros trimestrales y anuales, hechos materiales y formularios de referencia, que deben publicarse de manera precisa y oportuna. Estos requisitos tienen como objetivo garantizar que los inversores tengan acceso a información completa y fiable para tomar decisiones de inversión. En 2023, la CVM registró un aumento del 15% en el número de multas por divulgación inadecuada de información, lo que destaca la importancia continua del cumplimiento estricto de estas obligaciones regulatorias.
Además, la Ley de Sociedades Anónimas también impone requisitos relacionados con el gobierno corporativo, como la elección del Consejo de Administración y del Consejo Fiscal, y la definición de sus deberes y responsabilidades, estableciendo normas para prevenir conflictos de intereses y promover la transparencia en los negocios. La Resolución CVM 80/2022 complementa estos requisitos determinando que las empresas adopten políticas de gobernanza que incluyan la gestión de riesgos, la prevención de conflictos de intereses y la transparencia en la realización de negocios. La Resolución CVM 44/2021 establece normas para la divulgación de información relevante y para la negociación de valores, con el objetivo de impedir el uso de información privilegiada.
En 2022, la CVM publicó el “Informe de Supervisión Basada en Riesgos“, que encontró que el 40% de las empresas evaluadas no cumplían plenamente con los estándares de gobierno corporativo, destacando la necesidad de mejoras en el mercado brasileño. En este contexto, el cumplimiento de las normas de cumplimiento y de la Ley Corporativa brasileña es esencial para garantizar la transparencia, la eficiencia operativa y la protección de los inversores.
La introducción de la Ley nº 13.506/2017 revisó las sanciones aplicables por la CVM, ampliando las sanciones administrativas por violaciones de las normas de cumplimiento, como multas que pueden alcanzar R$ 50 millones y, en casos extremos, la suspensión de actividades o inhabilitación de los administradores. Esta ley fortaleció el poder de la CVM al aumentar su capacidad para sancionar infracciones graves, incluidas la omisión de divulgación de información, la manipulación del mercado y el uso de información privilegiada.
En consecuencia, la Resolución CVM 45/2021 regula el proceso sancionatorio de la CVM y establece que, en caso de incumplimiento sistemático de las normas, las sanciones podrán incluir amonestaciones públicas y multas diarias. En 2021, la CVM aplicó multas por 320 millones de reales, un aumento significativo en comparación con años anteriores, lo que demuestra el rigor de la supervisión y el compromiso del regulador con la integridad del mercado de capitales.
El cumplimiento de la Ley SA, combinado con el cumplimiento de las normas CVM, es, por tanto, un requisito crucial para las empresas que cotizan en bolsa que deseen garantizar la confianza de los inversores y la longevidad de sus operaciones y es fundamental para que los profesionales de las Relaciones con los Inversores (RI) estén conscientes de cambios, recordando que la CVM realiza revisiones periódicamente y sus resoluciones pueden sufrir modificaciones.
Afortunadamente, para facilitar la vida de las empresas y de los profesionales de RI, la Superintendencia de Relaciones Empresariales (SEP) de la CVM publica anualmente un documento con directrices generales sobre los procedimientos que deben observar las empresas públicas, extranjeras e incentivadas denominado Carta Circular Anual CVM /SEP. Este documento emitido por la CVM tiene como objetivo orientar a las empresas que cotizan en bolsa, auditores independientes, administradoras de fondos de inversión y otros participantes del mercado de capitales sobre las principales expectativas y directrices regulatorias que deben seguir a lo largo del año. Esta carta proporciona aclaraciones sobre la interpretación y aplicación de la normativa vigente, así como refuerza las prácticas recomendadas de gobierno corporativo y cumplimiento.
La Carta Circular Anual CVM/SEP aborda diversas cuestiones relevantes para los mercados de capitales, como la divulgación de información periódica y ocasional, los controles internos, el gobierno corporativo, las políticas de remuneración y la divulgación de hechos relevantes, entre otras. El documento también destaca puntos de atención para el cumplimiento de las obligaciones regulatorias, como el uso adecuado de información privilegiada, la prevención del lavado de dinero, la gestión de riesgos y el cumplimiento de las instrucciones de la CVM. Por ejemplo, la carta puede contener directrices específicas sobre la presentación de los estados financieros, la forma correcta de comunicar hechos relevantes al mercado y las expectativas de la CVM respecto de la calidad y oportunidad de la información divulgada.
La publicación de la Carta Circular Anual es una práctica de supervisión basada en riesgos adoptada por la CVM, ya que permite al regulador informar con antelación a los participantes del mercado sobre las áreas de mayor preocupación y las prácticas que serán objeto de mayor supervisión durante el año. De esta manera, la carta contribuye a aumentar la transparencia y la previsibilidad regulatoria, al tiempo que alienta a las empresas a adoptar mejores prácticas de cumplimiento y gobernanza.