Actualmente, existe una conciencia unánime de que la valoración de una empresa trasciende las cifras presentadas en sus estados financieros. Aunque los datos financieros proporcionan una base objetiva para el análisis, la percepción que los inversores, analistas y otras partes interesadas tienen sobre la empresa está determinada por factores intangibles, como la reputación, la estrategia y la visión a largo plazo.. En este escenario, el profesional de Relaciones con Inversores (RI) juega un papel crucial, actuando como puente estratégico entre la empresa y la comunidad financiera. El profesional de RI no sólo facilita la transmisión de información estratégica de forma clara, transparente y coherente, sino que también tiene la responsabilidad de construir una narrativa que refleje la esencia de la empresa.
La metanarrativa y la narración emergen aquí como herramientas indispensables para moldear la percepción del mercado y, en consecuencia, influir en la evaluación de la empresa. Este enfoque está perfectamente en línea con los conceptos presentados por Aswath Damodaran, profesor de finanzas de la Stern School of Business de la Universidad de Nueva York, en su libro ‘Narrative and Numbers’. Damodaran sostiene que la verdadera fortaleza de una evaluación financiera radica en la fusión entre la narrativa de la empresa (que captura su visión, estrategia y potencial de crecimiento) y las cifras que la respaldan. Los profesionales de RI, por lo tanto, son fundamentales en la construcción de esta narrativa, utilizando la narración para dar vida a los números y crear una conexión emocional entre los inversores y la visión de la empresa. Al alinear los datos financieros con una metanarrativa convincente, los profesionales de RI ayudan a proyectar una percepción más holística y atractiva de la empresa, influyendo directamente en su valoración en el mercado.
La comunicación lo es todo
La comunicación efectiva con los inversores es fundamental para construir una imagen sólida y confiable de la empresa en el mercado, ya que va más allá de la simple divulgación de resultados financieros. Los profesionales de RI actúan como vínculo estratégico entre la empresa y el mercado financiero, garantizando que la información crucial se transmita de forma clara, transparente y coherente. El rol del profesional de RI no se limita a transmitir datos, sino que ayuda a construir y consolidar una narrativa que alinee la visión, los valores y las estrategias de la empresa con las expectativas de los inversores. Este proceso de construcción de una metanarrativa, una historia integral y coherente que une todas las comunicaciones y acciones de la empresa, permite a la empresa proyectar una imagen de coherencia, compromiso y transparencia, cualidades muy valoradas en el mercado financiero. La metanarrativa es fundamental para garantizar que todos los mensajes de la empresa se perciban de forma cohesiva, creando una visión integrada que facilite la comprensión y aceptación de la empresa por parte de los inversores, y nadie mejor que RI para hacerlo.
La narración desempeña un papel central en este proceso, ya que permite a la empresa ir más allá de los números y las estadísticas, humanizando sus datos y estrategias. En lugar de limitarse a informar de los resultados financieros, la empresa puede utilizar la narración para contar historias que ilustren cómo sus iniciativas estratégicas tienen un impacto real tanto en el mercado como en la sociedad. Por ejemplo, el profesional de RI de una empresa comprometida con prácticas de sostenibilidad es fundamental en la narrativa de su viaje hacia un modelo de negocio más responsable y sustentable. Esta narrativa no sólo destaca las acciones ambientales de la empresa, sino que también demuestra cómo estas iniciativas generan valor a largo plazo para los accionistas, alineando los intereses financieros con principios éticos. Este tipo de narrativa crea una conexión emocional con los inversores, aumentando su confianza y compromiso con la empresa, lo que puede conducir a una evaluación más positiva de la empresa en el mercado.
Además, la coherencia y la claridad en la comunicación con los inversores son cruciales para reducir la incertidumbre y el riesgo percibido por las partes interesadas. Cuando una empresa puede articular eficazmente sus estrategias a largo plazo y el contexto detrás de sus decisiones, se posiciona como una entidad predecible y confiable. Esta claridad es particularmente vital en períodos de incertidumbre económica o cambios regulatorios, donde la capacidad de comunicar una visión clara y coherente puede diferenciar a una empresa en el mercado. En un entorno empresarial donde la confianza es un activo intangible pero extremadamente valioso, la capacidad de construir y mantener una narrativa sólida y transparente es uno de los principales factores que puede influir positivamente en la evaluación de una empresa por parte de los inversores y el profesional de Relaciones Internacionales es quien tiene todas las herramientas.
Conclusión
Los profesionales de RI desempeñan un papel fundamental en la configuración de la percepción del valor de una empresa, yendo más allá de la simple divulgación de resultados financieros. Como subraya Aswath Damodaran en “Narrativa y números”, la verdadera fuerza de una valoración empresarial reside en la capacidad de integrar los datos financieros con una narrativa convincente. El profesor de finanzas de la Universidad de Nueva York sostiene que las cifras aisladas no cuentan la historia completa; Es la narrativa la que da vida a estos números, conectándolos con la visión, la estrategia y las aspiraciones de la empresa.
En este contexto, alinear la comunicación con una metanarrativa bien estructurada se vuelve esencial. La metanarrativa crea una estructura cohesiva que une todos los mensajes y acciones de la empresa, proyectando una imagen de coherencia, transparencia y propósito. Cuando los profesionales de RI utilizan la narrativa para humanizar y contextualizar datos financieros y operativos dentro de esta metanarrativa, transforman la información en bruto en historias atractivas que resuenan emocionalmente entre los inversores. Este proceso no sólo mejora la valoración de la empresa, sino que también fortalece la confianza y el compromiso de las apartes interesadas en el largo plazo.
En un mercado cada vez más competitivo y dinámico, la capacidad de contar una historia convincente y coherente es, sin duda, una ventaja estratégica crucial. Las empresas que dominan el arte de contar historias, alineadas con una metanarrativa robusta, no sólo destacan, sino que crean valor sustentable, asegurando que sus estrategias y visiones sean comprendidas y valoradas por el mercado, convirtiendo al profesional de RI en un gran influenciador en la evaluación de empresa.